Hoy me desperté pensando
que ya no me haces falta,
pues mi esperanza se gasta
y yo me voy alejando.
La flor que creció en el jardín
durante años pensamos que era eterna,
que los pétalos no caerían, que era fresca,
no era rosa, sino jazmín.
Pero yo solo deseaba una cosa,
tal vez dos: reír y pensar.
Y besarnos, y amarnos, y querer,
que la vida sea nuestra.
Crear bajo las sábanas
un hilo que nos muestra
los besos que yo te daba
cuando no podía creer
que de ti estaba enamorada.
Celia Marín

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