Ficha técnica:
• Año de publicación: 1996.
• Editorial: Anagrama.
• Número de páginas: 288.
• Género: Filosofía contemporánea.
• Puntuación: 4,5/5 plumas.
Estaba navegando por las redes sociales hace un par de semanas cuando apareció un vídeo sobre el archiconocido programa de televisión El Hormiguero. El presentador entonaba un soliloquio ante el invitado sobre su visión sobre el amor y, en un determinado momento, nombraba el libro El laberinto sentimental. Interesado, paré el vídeo y busqué de qué se trataba.
El laberinto sentimental está escrito por José Antonio Marina, un renombrado filósofo español actual que ha desarrollado durante su carrera una teoría sobre la inteligencia, importante por ser totalmente multidisciplinar (pues abarca desde la neurología hasta la ética). Y esto es un dato relevante para entender cuáles son las inspiraciones que posiblemente llevaron a Marina a escribir esta obra.
El libro trata un tema claro: los sentimientos (o como él los denomina, afectos) y cómo estos modulan nuestra vida, pues considera que la razón no es sino la refutación de las emociones. Afirma que, realmente, no conocemos nada de nosotros mismos, pues amamos, odiamos, nos sentimos rotos, … pero no llegamos a entender por qué, sino que esos afectos aparecen ante nosotros como un resumen compacto que manda nuestro subconsciente de todas las consecuencias que está teniendo nuestra interacción con el medio.
Sin duda la grandeza de este libro se encuentra en que aborda desde cómo el niño comienza a interaccionar y entender sus emociones hasta cómo el adulto es capaz de gestionarlas en su mundo, todo ello de una forma bastante concisa. Así consigue transmitir su opinión sobre este mundo oscuro y oculto apoyándose en una gran cantidad de datos demostrados científicamente.
Quizás uno de los bloques más interesantes sea en el que pone en evidencia la relación entre los sentimientos y el lenguaje/cultura/sociedad: llamamos amor a aquellos sentimientos que la sociedad ha enmarcado dentro de este concepto. El mayor problema que veo a la obra es que Marina utiliza el argumento de autoridad de forma tan repetida que llega a abrumar, pues dedica páginas y páginas a citar a grandes mentes, en muchas ocasiones, a mi entender, de forma poco necesaria para la explicación.
Francisco Jesús López Páez
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