Durante el último aliento
el ruido se hace uno con el silencio,
el mundo tiembla
y los muros que me rodean
se resquebrajan,
la luz se hace una con la oscuridad,
la nada me traga,
me engulle la agonía,
escucho sollozos -puede que los míos propios-,
el miedo desdibuja mis facciones,
se refleja en los rostros la incertidumbre
de no saber si veremos otro amanecer,
y los latidos de mi corazón
se acompasan con la lluvia de bombas,
lluvia que devasta sin piedad todo lo que algún día fue mi hogar.
Y si consigo salir de esta tumba,
¿qué quedará para mí?
Desolación y la muerte acechando en cada rincón.
Tres velas nos separan ahora,
y cuando se consuma la última,
habrá llegado la hora
de liberar mi último aliento.
Nerea Soto

Sensibles tus palabras!
Muy bonito⚘
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¡Muchas gracias! 😀
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