Pesado me siento, pesado, muy pesado
El viento aullante acuna las hojas de los sauces
Astro dorado que ilumina mi senda, no me falles, no tú también.
Qué pesados siento mis pies… mas no me detengo, e indómito, como el tiempo, sigo mi camino.
Allá a lo lejos mi destino, el precipicio hacia el olvido.
Ya no queda nadie, solo yo, un vencido que no se piensa detener.
Adelante, unos pasos, solo unos cuantos… pronto acabará el dolor.
Aún más pesado huyendo de mi compañera, la soledad… ¡No, por favor, no te acerques más!
Ya queda menos… unos pocos pasos más.
Al fin, helo aquí, el desenlace de mi andanza,
Con el corazón desbocado noto cómo me arde la sangre y pasa por mis venas.
Qué escarnio de la vida, que por querer poner fin a esta, sea cuando más vivo me siento…
Juan Escalona
Responder