Rosas azules bañan tu cuerpo
cuando tu mirada arquetípica
chirría palabras de lamento.
Que el cielo no es azul, que es tormento.
¿Gritas entonces al decirte
mi alma roñosa, melancólica
cuánto y desde cuándo te quiero?
Abre desde el susurro tu voz
porque tu mente ya la he descubierto.
Rosas azules bañan tu cuerpo,
azules como el que mira
un mar de remotos recuerdos.
Celia Marín

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