Las almas vivas en plena armonía
recorren los ojos del mar azul.
Los redondean como si quisieran aún
buscar un nuevo cuerpo para su sintonía.
Porque -aún vivas-, ¿jamás te has preguntado,
si las almas que comienzan una nueva vida,
que has pensado que ya no estaban vivas,
iban a buscar un nuevo comienzo en vano?
Solitas ellas van, nunca de la mano,
cantando poemas y numerando rebaños,
pensando en lo que les queda todavía.
Nadie las interrumpe porque creen que están apagadas
algo que nadie ve nunca es resucitar una llama,
pero siempre quedan restos de una herida.
Celia Marín

Responder